Janeth García Sánchez
Queréndaro con un emblemático significado de “Lugar de Peñascos”, lugar que encierra grandes historias dentro del municipio que tras sus años ha ido cambiando y acoplándose hasta la actualidad, pero antes te contaremos sobre algunos hechos que marcaron la historia de Queréndaro Michoacán.
En Queréndaro
Michoacán se encuentra una peña la cual es nombrada peña rajada la cual su
estructura "fue dividida por algún cataclismo natural, temblor o rayo
quedando completamente partida en tres enormes bloques de roca"; el
material desprendido quedó depositado en la falda de la gran Peña, una de las
cuales atraviesa la parte interior más estrecha de la Peña dando la apariencia
de una puerta con vista al valle de Queréndaro; la otra Cuevas se supone
existió en la maceta, todavía a la fecha se observan leves vestigios de los
apilamiento de piedras, así como de un pozo casi tapado.
En la base de las
Peñas separadas se pueden ver levemente pinturas rupestres configura humana,
una de ellas tiene rayos o plumas en la cabeza otra figura representa una
flecha que apunta hacia tal vez un símbolo de fortaleza. Dichas pinturas están
a punto de desaparecer por los vándalos que invaden el lugar.
Los naturales que
poblaron este lugar pertenecían al grupo de los purépechas y anteriormente
los pirineos, sus aliados, quienes ocupaban desde Taximaroa hasta
Charo, estos y otros grupos dejaron claras muestras de su existencia y cultura,
vas de tiro o bóveda de sus Reyes y señores depositaron ofrendas mortuorias,
las cuales fueron encontradas años después.
La peña rajada, Queréndaro Michoacán.
Aproximadamente en el año 1521,
el cual gobernaba el rey Felipe II otorgó surreal aprobación para que todos los
Jesuitas pudieran pasar a un nuevo mundo, en diciembre de 1580 llegan a
Tepoztlán los cinco primeros jesuitas de 15 que llegaron a México los cuales
eran: Juan de Tovar, Hernán Gómez, Pedro Vidal y Juan de Díaz bajo la
supervisión del padre Hernán Suárez de la concha, su meta era aprender del
Nahual así también como del otomí para ayudar a la obra de los franciscanos y
el clero secular, los jesuitas son de mayor aportación en la historia de
Queréndaro debido a que ellos fundaron la que ahora llamamos la hacienda.
Actualmente en la pequeña propiedad de la hacienda se siguen cultivando
los seriales tradicionales que desde siempre se ha tenido, maíz, sorgo, trigo y
chiles, obteniendo una producción redituable, la variante es que varias
secciones de sus parcelas se han rentado inclusive a empresarios de origen
coreano, quien es sembraron con mucho éxito brócoli y coliflor, incluso fresa,
en 1972 obteniéndose magníficas cosechas con calidad de exportación a los
Estados Unidos, lo anterior originó una fuerte suma de trabajo importante para
los jornaleros locales pero el contrato se dio por terminado, regresando como
siempre los cultivos tradicionales, como quien dice pan con lo mismo.
En estos últimos años, el descuido anárquico a dañado severamente el
casco, los portales, la hermosa capilla de la hacienda, construida por los
jesuitas y los naturales de Queréndaro.
Ex hacienda, Queréndaro Michoacán.
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